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EL TTIP ¿TRUCO O TRATO?
- Publicado: 17 Mayo 2016
En las últimas semanas ha salido en muchos medios del país el Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones (TTIP son las siglas en ingles) que se está actualmente negociando la Unión Europea y EEUU. Desde VSF Justicia Alimentaria Global llevamos denunciando la falta de transparencia en la negociación desde su inicio en el 2013, cuyo objetivo principal es liberalizar nuevos mercados y armonizar la legislación entre ambas potencias.
El Tratado además prevé la protección de las inversiones extranjeras mediante la inclusión del mecanismo de Solución de Controversias entre Inversores y Estados (ISDS por sus siglas en inglés, Investor-to-State Dispute Settlement), que otorga el derecho exclusivo a los inversores extranjeros de demandar a un estado, ante tribunales privados poco transparentes, por promover políticas laborales o ambientales que choquen con los intereses de las empresas.
La filtración de 12 capítulos del TTIP muestra la enorme influencia de los lobbies empresariales, que son continuamente consultados por los negociadores, al contrario de lo que la Unión Europea afirmaba en su último informe sobre las negociaciones. Las filtraciones hacen referencia a las consultas periódicas entre negociadores y sectores industriales y a cómo se han recogido las aportaciones de estos sectores en los textos, algo que no es de extrañar dado que el 88% de las reuniones de los representantes de la Comisión Europea han sido con grupos corporativos, frente al 9% que se han celebrado con grupos de la sociedad civil.
Donde hemos más investigado ha sido cómo quedaría el comercio de productos agroalimentarios y los cambios en la legislación a la hora de producir dichos productos y que pone entredicho el principio de precaución en la defensa de la salud pública. En concreto en el sector cárnico, destaca la flexibilidad que se quiere llevar a la hora de venderse carnes desinfectadas que en Europa está prohibida. Por ejemplo, en la producción industrial de pollo en EEUU es habitual sumergir a los pollos en cloro (lejía) al final del proceso de producción. Esto permite disimular cualquier contaminación que haya sufrido y por ello no está autorizado en la UE. A la carne de vacuno se le aplica ácido láctico poco antes de llegar a la tienda, con el mismo fin. Otras de las sustancias prohibidas en la UE, en la producción y la importación, son las hormonas y promotores de crecimiento. Ésta es una práctica muy rentable y extendida en la ganadería estadounidense: además de las hormonas que aumentan la producción de leche en las vacas, al ganado vacuno y porcino se le suministra una hormona en concreto, la ractopamina, para impulsar el crecimiento en la última fase del engorde. La ractopamina está prohibida no solo en la UE sino también en China, Tailandia y otros países por sus efectos en la salud.
Otros controles que la gran industria alimentaria quiere rebajar afectan a algunas enfermedades del ganado como la triquinosis y la mastitis. Consideran las revisiones europeas demasiado estrictas y costosas. Además los residuos permitidos de pesticidas y otros tóxicos en las frutas y verduras son mucho más elevados que en la UE. La gran industria alimentaria estadounidense pretende que el TTIP abra las puertas a todos estos productos que no se consideran seguros en la UE.
Por lo tanto, este Tratado es un ataque directo a nuestro modelo agrícola y ganadero que se basa en la soberanía alimentaria, el respeto al medio ambiente, el bienestar animal y la elaboración de productos de alta calidad certificada con un etiquetado que muestra de manera clara la trazabilidad de los alimentos.
En nuestra provincia, los impactos del TTIP afectarían al medio ambiente y a nuestros modos de producción tradicionales y ecológicos, que haría desaparecer decenas de miles de medianas y pequeñas explotaciones con la consiguiente despoblación de zonas rurales”. Además denominaciones de origen como el vino de Málaga, el chivo malagueño, los quesos, el aceite de oliva, o los cultivos subtropicales de la Axarquía no podrían competir con sucedáneos artificiales más baratos, que además ponen en riesgo la salud de los consumidores por el excesivo uso de cloro, antibióticos y anabolizantes.
Con todo ello, desde VSF Justicia Alimentaria Global vemos imprescindible y urgente por tanto que los ciudadanos sepamos lo que nos estamos jugando en este acuerdo, y solicitamos lo siguiente:
- Demandamos la inmediata publicación de todos los textos de negociación del TTIP y TiSA (tratado internacional para la privatización de servicios públicos), así como la suspensión de las negociaciones de estos tratados.
- Llamamos a los partidos políticos a priorizar el debate sobre la política comercial en la campaña electoral y proponemos como una de las primeras tareas del nuevo parlamento que salga elegido el 26 de junio que inste al Gobierno a retirar el mandato de negociación del TTIP.
- A pocos días del próximo Consejo de Ministros de Comercio de la UE, previsto para el 13 de mayo, en el que se preparará la hoja de ruta para la firma del CETA, exigimos al Gobierno en funciones que impida su ratificación.
+ Info: http://vsf.org.es/sites/default/files/docs/informe_tippex.pdf
https://vsf.org.es/ttip-la-carne-que-nos-matara