Hace 10 años un grupo de amigos convencidos de que otro mundo es posible se unen para crear Justalegría. Todos ellos comparten un sueño: llevar justicia social y alegría dentro y fuera de nuestras fronteras, prestando especial atención a aquellas personas con dificultades sociales o económicas.
Los comienzos se dan en República Dominicana, en la cara del Caribe que no aparece en las postales de los hoteles, la que está tras el telón de las playas paradisíacas. Allí Justalegría trabaja en el municipio de Ramón Santana, uno de los más pobres del país, a través de proyectos de habitabilidad, agua, educación, prevención ante desastres naturales, saneamiento, seguridad alimentaria o gestión de residuos. Dominicana es el lugar donde comienzan los sueños por un mundo mejor, donde la organización busca ser una aportación para romper las grandes desigualdades económicas y sociales del país.